viernes, 6 de febrero de 2015

Crónica de una despedida


Jorge después de conseguir superar ese primer momento de melancolía, después de tu abrazo de despedida en el aeropuerto y de contener a duras penas las lágrimas por tu marcha… Andrés, tras mi carita poco convincente de serenidad y alegría intentando esbozar una sonrisa; aquí estoy de nuevo, Juan, intentando reponerme para contarte lo orgullosos que estamos todos de ti, María, por haberte decidido a levantar la vista y no dirigir tu mirada al suelo, para ponerte en marcha con alegría, como siempre, Dani, con el objetivo de conquistar un universo que te pertenece, Teresa.

A mis queridos y obstinados viajeros: Juan, sonriente tenista y trotamundos; Rubén, entrañable y doblemente “indio”. A nuestros embajadoras en la gran península del Indostán, en el país cuyas aguas comunican el cielo y la tierra: Carla, Marta y Marieta, en la tierra que sedujo a Marco Polo, Vasco de Gama y J. Rudyard Kipling…A ti me dirijo, Eduardo, que no has dudado, en cerrar la puerta de tu casa con valor, sin miedo a la lejanía de tu destino. A ti, Ángel, por partir a cruzan continentes y océanos y a ti Lucía dispuesta iluminar con tu luz la mezcla de colores que te han de asaltar desde que llegues al país de las maravillas. Contigo Marcos (perdón, contigo y con tu diábolo), quiero festejar la llegada de Adriana, llena de sensaciones, al destino final de una larga peregrinación hasta el país de los dioses.

Quisiera celebrar esta efeméride, con todos vosotros, con alegría, con arte y con talento. Por ello me encomendaré en mis plegarias, una vez más, a mi teogonía favorita: a ti Eva, arte por los cuatro costados, y a ti Pilar para poder contar con tu encanto y tu poder de seducción. Además de tu talento y de la emoción de tu música de Raúl, quisiera poder compartir con Gelo, en esta gran ocasión, su singular descenso por la escalinata de ese increíble escenario mágico que nosotros nunca llegaremos a imaginar sin su ayuda.

Con vosotros queremos todos los que os seguimos desde vuestra casa descubrir ese inmenso universo, ese mundo que era sólo para vosotros y que ahora deberéis compartir.

Para que rías y disfrutes todo lo que vuestro humilde admirador no sabe escribir y seáis dichosos estos días, compartiendo vuestra felicidad con todos los compañeros de viaje y con vuestros buddies, seguiremos vuestra ruta desde esta lejanía que nos hace unirnos, hasta estrujarnos entre todos nosotros, a los del Teresa B y los de la Modern School.

Al final de algunas encrucijadas de vuestro viaje encontraréis monumentos que deberéis disfrutar y pensar que, seguramente, alguien los puso allí para que siempre tuvierais presente que los seres que dejasteis lejos os siguen queriendo. Creo que ahí en el Indostán los conocen por nombre raros: Taj Mahal, Tumba de Humayun, Memorial de Gandhi…pero no os compliquéis mucho, sólo son recordatorios de que alguien, que está ahora lejos de vosotros, os quiere mucho.

Antonio Audije.
 

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