Jorge
después de conseguir superar ese primer momento de melancolía,
después de tu abrazo de despedida en el aeropuerto y de contener a
duras penas las lágrimas por tu marcha… Andrés, tras mi carita
poco convincente de serenidad y alegría intentando esbozar una
sonrisa; aquí estoy de nuevo, Juan, intentando reponerme para
contarte lo orgullosos que estamos todos de ti, María, por haberte
decidido a levantar la vista y no dirigir tu mirada al suelo, para
ponerte en marcha con alegría, como siempre, Dani, con el objetivo
de conquistar un universo que te pertenece, Teresa.
A
mis queridos y obstinados viajeros: Juan, sonriente tenista y
trotamundos; Rubén, entrañable y doblemente “indio”. A
nuestros embajadoras en la gran península del Indostán, en el país
cuyas aguas comunican el cielo y la tierra: Carla, Marta y Marieta,
en la tierra que sedujo a Marco Polo, Vasco de Gama y J. Rudyard
Kipling…A ti me dirijo, Eduardo, que no has dudado, en cerrar la
puerta de tu casa con valor, sin miedo a la lejanía de tu destino. A
ti, Ángel, por partir a cruzan continentes y océanos y a ti Lucía
dispuesta iluminar con tu luz la mezcla
de colores que te han de asaltar desde que llegues al país de las
maravillas. Contigo
Marcos (perdón, contigo y con tu diábolo), quiero festejar la
llegada de Adriana, llena de sensaciones, al destino final de una
larga peregrinación hasta el país de los dioses.
Quisiera celebrar
esta efeméride, con todos vosotros, con alegría, con arte y con
talento. Por ello me encomendaré en mis plegarias, una vez más, a
mi teogonía favorita: a ti Eva, arte por los cuatro costados, y a
ti Pilar para poder contar con tu encanto y tu poder de seducción.
Además de tu talento y de la emoción de tu música de Raúl,
quisiera poder compartir con Gelo, en esta gran ocasión, su singular
descenso por la escalinata de ese increíble escenario mágico que
nosotros nunca llegaremos a imaginar sin su ayuda.
Con
vosotros queremos todos los que os seguimos desde vuestra casa
descubrir ese inmenso universo, ese mundo que era sólo para
vosotros y que ahora deberéis compartir.
Para
que rías y disfrutes todo lo que vuestro humilde admirador no sabe
escribir y seáis dichosos estos días, compartiendo vuestra
felicidad con todos los compañeros de viaje y con vuestros buddies,
seguiremos vuestra ruta desde esta lejanía que nos hace unirnos,
hasta estrujarnos entre todos nosotros, a los del Teresa B y los de
la Modern School.
Al
final de algunas encrucijadas de vuestro viaje encontraréis
monumentos que deberéis disfrutar y pensar que, seguramente,
alguien los puso allí para que siempre tuvierais presente que los
seres que dejasteis lejos os siguen queriendo. Creo que ahí en el
Indostán los conocen por nombre raros: Taj
Mahal, Tumba de Humayun, Memorial de Gandhi…pero no os compliquéis
mucho, sólo son recordatorios de que alguien, que está ahora lejos
de vosotros, os quiere mucho.
Antonio Audije.
Antonio Audije.
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