...muchas cosas pero sobretodo muchas personas.
Desde que hemos llegado mucha gente ha hecho todo lo que estaba en su mano para hacernos sentir, no como en casa pero sí queridos.
Siempre se preocupan de que estemos bien atendidos, de que no nos faltara un café o un aperitivo con un grado de picante no tan grande como su cariño hacia nosotros ( ¡y mira que pica!).
Lo mejor de todo es que nos han dado motivos para hablar, para discrepar e incluso para discutir. Su modelo de educación es la herencia de un filántropo que quiso remodelar un país comenzando por la educación. Raghubir Singh Junior, su fundador, puso a su escuela el adjetivo Modern por que lo que quería era modernizar su país sin renunciar a su idiosincrasia. En la Modern School presumen, yo creo que con razón, de tener un equilibrio entre modernidad y tradición, entre su idiosincrasia y la apertura al exterior, incluso consideran que las materias extracurriculares deben ocupar un 50% del tiempo de los alumnos y dejar el otro 50 a asignaturas como la música, la danza, el dibujo, la alfarería o la biblioteca.
Nosotros nos traemos los bolsillos llenos de papeles pequeños y arrugados escritos a lápiz con planes, proyectos, ideas esbozadas, desacuerdos, canciones, namastés, picante y café muy caliente. Se han puesto un poco patas arriba las cosas de las que estábamos completamente seguros y ahora ya no le estamos de nada salvo de que no volveremos a ser los mismos, más que estar en la India, la India está en nosotros.
Igual que dijo un amigo que vino a merendar y yo le serví un té.
Namasté.
Raúl.
Desde que hemos llegado mucha gente ha hecho todo lo que estaba en su mano para hacernos sentir, no como en casa pero sí queridos.
Siempre se preocupan de que estemos bien atendidos, de que no nos faltara un café o un aperitivo con un grado de picante no tan grande como su cariño hacia nosotros ( ¡y mira que pica!).
Lo mejor de todo es que nos han dado motivos para hablar, para discrepar e incluso para discutir. Su modelo de educación es la herencia de un filántropo que quiso remodelar un país comenzando por la educación. Raghubir Singh Junior, su fundador, puso a su escuela el adjetivo Modern por que lo que quería era modernizar su país sin renunciar a su idiosincrasia. En la Modern School presumen, yo creo que con razón, de tener un equilibrio entre modernidad y tradición, entre su idiosincrasia y la apertura al exterior, incluso consideran que las materias extracurriculares deben ocupar un 50% del tiempo de los alumnos y dejar el otro 50 a asignaturas como la música, la danza, el dibujo, la alfarería o la biblioteca.
Nosotros nos traemos los bolsillos llenos de papeles pequeños y arrugados escritos a lápiz con planes, proyectos, ideas esbozadas, desacuerdos, canciones, namastés, picante y café muy caliente. Se han puesto un poco patas arriba las cosas de las que estábamos completamente seguros y ahora ya no le estamos de nada salvo de que no volveremos a ser los mismos, más que estar en la India, la India está en nosotros.
Igual que dijo un amigo que vino a merendar y yo le serví un té.
Namasté.
Raúl.
Qué fuerza tiene esta tierra que consigue que nos la transmitáis de esta manera, con más de unas cuantas imágenes y unas cuantas palabras. Qué ganas de renovación parece estar sembrando, renovación que todo ser humano debería plantearse con cierta frecuencia. ¿ Llegaremos a añorar dentro de unos días un lugar en el que no hemos llegado a estar?
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